NOTON DE OLE A NACHO PUSSETTO

Nacho le reveló a Olé el secreto del Watford para cortarle la racha de ¡44! sin perder al equipo de Klopp. Además, Londres y el virus, la casaca de Salah, la vez que lo quiso Boca y su sueño de Selección. Mirá…

Fue todo bastante rápido en la carrera de Ignacio Pussetto. De Rafaela prácticamente sin escalas a Parque Patricios, donde no sólo fuela gran figura del Huracán de Gustavo Alfaro, convirtiéndoles goles a Boca y a River, y clasificándolo a la Copa Libertadores, sino que además el lateral/volante -como lo definió Lechuga- se transformó en la venta más cara en la historia del Globo: el Udinese pagó ¡8.000.000! de euros por él. Y Nacho no sólo cumplió su sueño de jugar en Europa, sino que tiempo después el Watford puso ¡20.000.000! para llevárselo a Inglaterra, donde con apenas 24 años sueña con continuar creciendo y donde junto a Olé recordó la proeza de ganarle nada menos que al Liverpool de Klopp..

Desde Londres, Pussetto posó para Olé y mostró la camiseta que cambió nada menos que con Salah.

-¿Cómo pegó el virus en Inglaterra?

-Teniendo en cuenta lo que pasó en Italia y en España, en Inglaterra empezó todo tarde. Mientras en esos países empeoraban las cosas acá seguía funcionando todo normal, la gente iba a trabajar y aún había turistas en el centro de Londres. Creo que en un momento se dieron cuenta de que tenían que cambiar. Ellos querían que, como lo dijo el Primer Ministro, la población se fuera infectando de a poco para no colapsar el sistema de salud y así seguir con la actividad económica, pero se vieron colapsados y tuvieron que tomar las medidas que se tomaron en todo lados.

-¿Cómo es la conducta del inglés?

El inglés no necesita que la Policía le diga que no pueden salir o que se tienen que quedar en sus casas. Cuando reciben órdenes tratan de cumplirlas. Sí, la gente aprovecha para salir al parque y hacer actividad física. Toman las medidas necesarias, están a dos metros de otra persona, no se relacionan, pero sí aprovechan para salir de sus casas. Además, el clima acá está cambiando: Londres no es una ciudad que se caracterice por tener el sol, llueve mucho y estos días están siendo fantásticos. Por eso la gente que no tiene un patio, sale a caminar. Igual se ve mucha menos gente. En los supermercados se respeta mucho la fila y esas cosas.

-Digamos, no hay caos…

-No, acá los bancos están todos computarizados, son digitales y la actividad bancaria sigue funcionando, no hay restricciones. Con los supermercados creo que al principio se vieron venir que podía pasar algo entonces los negocios estaban vacíos, había faltantes. Ahora yo voy cada una semana o diez días, lo menos posible, y no hay locura por conseguir cosas.

-¿Tenés miedo por lo que pasa?

-Sí, mi mayor miedo es mi familia. Uno siente que tiene que cuidar a su familia, al tenerla lejos trato de comunicarme lo más que puedo para saber cómo están. Mi hermano está en Santa Fe, mis viejos en mi pueblo y trato de hablar todos los días. Es difícil porque uno no sabe dónde está el virus y cómo te puede agarrar. A veces salgo con ese miedo de no saber qué puede llegar a pasar. Hay que estar tranquilos, igual, porque el miedo genera cosas que no son buenas en la sociedad.

-¿Cómo hacés con el entrenamiento?

-Estamos en contacto todos los días con el profe, que se encarga de saber cómo fue tu día y de mandarte a la mañana lo que tenés que hacer en el día para tener un registro. Nos mandaron una bicicleta a todos para entrenar, también un cardio para controlar la frecuencia a través de un programa. Están muy al tanto. Después desde el club organizaron un día de videollamada a la semana para hacer un trabajo de bici y meterle algo de diversión.

Pussetto vive en Londres con su pareja, Agustina Bocco, y también con Totito, el pichicho.

-¿Pensás que es importante trabajar la cabeza?

-Sí, es súper importante en el fútbol tener la cabeza lo más tranquila posible y enfocada en lo que es el fútbol. Este momento es un poco difícil, uno lo que más quiere es poder entrenarse bien, con el grupo, con la pelota. Hay que tratar de no tener malos momentos en casa, yo con mi novia trató de compartir lo máximo posible, hacemos actividad física juntos como para poder pasar el tiempo. Si te tirás a ver tele todo el día se hace difícil.

-¿En qué momento deportivo te agarró este parate?

-Era un momento en el que me iban a aparecer oportunidades muy importantes: después del partido con Liverpool tuvimos la baja de Gerard Deulofeu, que se rompió los ligamentos y como jugamos en la misma posición por ahí yo estaba para entrar en el equipo. Ahora estoy peleando el puesto mano a mano con el Tucu (Roberto Pereyra).

-¿Es un sueño jugar en la Premier?

-Sí, obviamente. Mi primer sueño era jugar en Europa, pero siempre me gustó la liga inglesa, siempre la miraba los sábado o domingo a la mañana en Argentina. Soñaba con poder llegar acá, con jugar en estos estadios. Siento que cumplí uno de mis sueños, pero no me relajo, quiero ir por más, tratar de afianzarme, de lograr cosas importantes.

-¿Hubo algo en particular que te haya sorprendido?

-Entrar a Old Trafford, es un estadio increíble, que en mi vida me imaginé que iba a poder estar ahí y ahora me tocó. Fue una emoción muy linda. Y después me sigo sorprendiendo día a día por el fútbol inglés: es muy pasional, muy intenso, tenés que estar muy preparado.

-¿Es verdad que te quiso Boca?

-Sí, sí. Fue cuando me vine para Europa, ahí fue cuando preguntaron por mí en Huracán y se pusieron en contacto. Pero bueno, en su momento la oferta no fue alta, Huracán pretendía otra cosa y además me idea por ahí en ese momento pasaba por emigrar a Europa porque sentía que era el momento para dar el salto. Por eso hoy estoy acá…

-¿Fue un sueño también el 3-0 a Liverpool y cortarle el invicto de 44 partidos?

-Sí, fue súper impensado. No veníamos en un buen momento, varios partidos sin ganar, pero también sabíamos que Liverpool tampoco venía bien: había perdido en Madrid en la Champions y de local no le pudo ganar al West Ham… Entonces tratamos de aprovechar eso. En la semana previa se vivió algo muy lindo que por ahí uno jugando en la liga italiana, cuando tenía que enfrentar a un rival de esta categoría, estudiaba más al equipo, trataba de enfocarse… Acá nos enfocamos, pero dos días antes del partido con Liverpool hicimos una sesión de ¡yoga! y nada más. No entrenamos. Nunca me había pasado, fue distinto, pero hizo que nos uniéramos más.

-Pará, ¿me estás diciendo que la clave para ganarle al equipo más poderosos del mundo fue hacer yoga?

-Jaja, fue la primera vez que me pasó, nunca habíamos hecho eso acá. Es verdad que las cargas también habían sido altas en esa semana, veníamos fatigados en general y por ahí se decidió hacer eso, algo de estiramiento grupal y nada más. Y sirvió muchísimo, dio resultados.

-Bueno, entonces a partir de ahora habrá que hacer yoga antes de jugar con Manchester United, el City, etc…

-Y hay que ser un poco cabulero, jaja. Creo que fue más algo por cómo veníamos, para dar descanso al cuerpo y nos ayudó. Hizo que estemos tranquilos, que tomáramos el partido con la misma personalidad, pero de otra manera. Quedó demostrado.

-¿Qué te acordás de ese día?

-No soy tanto de acordarme en la previa de lo que viví, sino que me enfoque en hacerlo de la mejor manera posible. Es normal tener nervios, pero me gusta dejar eso de lado. Cuando me tocó entrar en el segundo tiempo quería correr para todos lados, quería que me pusieran ya. Y eso hice: entre 10, 15 minutos y corrí lo máximo que pude para dar una mano. El resultado era favorable para nosotros, aunque Liverpool en ese momento trataba de descontar y nosotros estábamos replegados.

-¿Qué jugadores te llamaron la atención de Liverpool?

-El que más me llamó la atención por físico, por presencia es Van Dijk, es una bestia. Lo ves y decís «¿cómo puede jugar al fútbol con lo grandote que es?». Después me sorprendieron Salah, Mané, Firmino… Son jugadores que están demostrando que están en un gran nivel, que llevaron a Liverpool a tener un invicto enorme.

«Ganarle al Liverpool fue un sueño», dijo Nacho. Ese día, entró en el segundo tiempo.

«Camisetas tengo más que nada de argentinos… La de Dybala, de Lautaro, de Biglia, Pezzella, Mussachio…», contó Pussetto y le mostró a Olé su museo.

-¿Cambiaste alguna camiseta?

Tuve la posibilidad de cambiarla con Salah apenas terminó el partido. ¡Justo me quedó al lado! Mi viejo siempre me dice que cambie camisetas, «animate, deciles…». Yo no soy de romperle a nadie, la cambio por ahí con los chicos argentinos porque me gusta tenerlas en mi casa. Y bueno, ese día, en medio de la emoción, me quedó al lado y le dije, en italiano… Él jugó en Italia, entonces le pedí en tano si podíamos cambiar la camiseta y me dijo que sí, que en el vestuario me la daba. Así que yo mandé mi camiseta y él me mandó la suya, la verdad me sorprendió porque el partido para ellos había sido negativo y sin embargo él tuvo esa gentileza.

-O sea, esto quiere decir también que Salah tiene una camiseta de Pussetto…

-Jaja, no sé, yo creo que la tiene… Yo la mandé y la mía no volvió. Al menos no la devolvió. A lo mejor se la quedó algún utilero, qué se yo. A mí la verdad eso me interesó muy poco, yo sólo quería su camiseta.

-¿Y qué otras camisetas tenés?

-Tengo más que nada de argentinos… La de Paulo (Dybala), de Lautaro, de Biglia, Pezzella, Mussachio… Después las de Rodri (De Paul) y Juan (Musso), que fueron compañeros míos pero igual cambiamos las camisetas de Udinese y también tengo la de la Selección de ellos dos. Me gusta tener esos recuerdos para el día de mañana cuando me toque dejar el fútbol o cuando tenga un hijo y que pueda verlas. Me tengo que animar a pedir más…

-¿Y alguna que te gustaría tener?

-Y sin dudas la de Leo (Messi​). Nunca jugué en la liga española y no tuve la posibilidad de cambiarla, tampoco en la Selección, así que todavía no lo pude cruzar. Pero ya se me va a dar…

 SU OBJETIVO PRINCIPAL: LA SELECCION 

El nuevo proceso de Lionel Scalonien la Selección​ renovó las ilusionesde muchos jugadores. Y por supuesto, Ignacio Pussetto, que hasta ahora solamente fue sparring en 2014, es uno.

-¿Soñás con la Selección?

-Sí, obviamente, pienso en poder llegar, es mi objetivo que me pongo en la cabeza cada vez que salgo a jugar a la cancha. Lo principal primero es tratar de rendir en nuestro club y ganarse la posición. Pero creo que cuando pasa eso, el objetivo de la Selección es uno de los más importantes. Sé que estando en Europa y jugando acá la posibilidades de que te mire el técnico son muchas. Trato de demostrar cuando me toca que estoy a la altura, ojalá algún tenga .

-¿Sería un objetivo muy lejano pensar en el Mundial de Qatar?

-No, no… El objetivo del Mundial lo tengo más que claro. Primero por ahí era la Copa América, ahora este año no se va a jugar, será le año que viene y esa intención de estar sigue latente. Después yo creo que para el Mundial aún falta pero uno tiene que demostrar en este tiempo para que pueda existir la chance de jugar las Eliminatorias y así ganarse la confianza del técnico. Lo más importante es ir demostrando y estar a la altura.

-¿Es necesario seguir en Europa para cumplir el objetivo de la Selección?

-No pienso que para llegar a la Selección sí o sí tenés que jugar en Europa. Hoy Argentina ha elevado su nivel, de hecho hay muchos chicos que están en la Selección y juegan en Argentina. Es una gran vidriera. No es que no quiera volver al país por el tema de la Selección u otra cosa. Estoy muy contento acá, muy cómodo, quiero aprovechar el momento, siento que tengo que disfrutar de estar acá. Y si toca volver, volveré con la mejor predisposición porque voy a donde está mi familia.