MIGUEL BERGERO: «Si un día salgo campeón con Juventud Unida, me podré morir tranquilo»

Miguel Bergero es «Miklan» en Cañada Rosquín. De esos tipos derechos que transitan con un estilo el fútbol, que deja enseñanzas, que nutre a los jugadores con sus conocimientos y genera respeto. Cuando uno lo conoce un poco más se da cuenta que es un buen tipo y un gran profesional que ama lo que hace.

El hoy técnico de Juventud Unida tiene un amplio currículum pasando por muchos clubes tanto en inferiores como mayores. De esos tipos valiosos.

¿Cómo empezó tu relación con el fútbol?

De chico como todos empecé a jugar con los amigos. No había inferiores, jugábamos en baldíos, potreros y que esté un poco parejo el piso. Bastaba con dos piedras para hacer un arco y jugar toda la tarde. Jugué en quinta, reserva y algún paso esporádico por primera. Jugaba de marcador central, muy temperamental y dejando todo. Siempre digo que fui un buen jugador de reserva.

¿Cuando empezaste a dirigir?

Por el 89 mas o menos, hacía algunos años que trabajaba en el Voley del club, de JUventud Unida. Pero en el 89 fui de preparador físico de inferiores. Primera división en el 94 cuando se va «Chiche» Ludman. En ese momento estaba de Presidente Wilfredo Depetris y la situación económica del club era muy crítica. Estaba por empezar la pretemporada y me llama a su despacho y me informa que iba a ser el Director Técnico de la primera división del club. Le dije que lo mío era la preparación física y que quería seguir con eso. Su respuesta fue contundente: «La situación está difícil y no solo vas a tener que ser Preparador Físico sino que vas a dirigir el equipo». No me dio mucha opción así que empecé como técnico.

¿Cuál fue le jugador mas completo que dirigiste?

Es difícil de contestar. Dejame exceptuar a quien El Faro eligió en una encuesta hace algunos años como el mejor jugador de la Liga que fue Raúl Gregorio. Dejame dejarlo de lado porque yo tuve la suerte de dirigirlo en 1994. Pasaron muchos y muy buenos y puedo ser injusto pero el jugador mas completo que dirigí, sacando a «Luli» fue Marcos Comba.

¿Cuál es la diferencia de aquel Bergero que comenzó con el actuál?

Seguramente el haber tenido la posibilidad de haberme relacionado con gente muy sabia dentro del fútbol le dio mucha experiencia y lo forjan como entrenador, como conductor y como persona. Como dijo Bianchi: «La experiencia es un peine que te da la vida cuando te estas quedando pelado». Es una referencia bastante acertada, después de tantos años de dirigir uno aprende a resolver ciertas cosas con mas facilidad aunque no sea que las vas a resolver bien pero tenes mas herramientas. Lo importante es que el entrenador después de mas de 30 años tiene las mismas ganas

¿Una alegría y una gran frustración que te dio el fútbol?
No puedo significar una sola porque han sido muchas de los dos lados. Las mayores alegrías y frustraciones cortoplacistas tienen que ver con un resultado. Por eso el haber ganado y perdido campeonatos te dan alegrías o frustraciones. El no llegar a completar un objetivo es una frustración y el haber alcanzado un objetivo en el largo plazo de alguna manera responde la pregunta.

¿Qué es Juventud Unida para vos?

Después de mi casa es mi hogar. Fue el ámbito donde me desarrollé como deportista, después como entrenador y lógicamente como persona. Fue el lugar que me vio nacer y desarrollar como persona. Mi Padre me llevaba de chiquito a la Sede, era un gran jugador de billar y yo me iba sumando como a todos los deportes que podía. Después cuando me recibí, el club ya me estaba esperando con trabajo que para mí fue muy importante. El club me dio la posibilidad de proyectarme, formarme y poder ir a otras instituciones como San Jorge, Trebolense o San Martín. NI hablar que Juventud Unida es mi segundo hogar. Hincha de la Juve desde la cuna.

¿Un sueño por cumplir?

La frutilla del postre sería ser campeón en Primera con Juventud Unida, estuve cerca dos veces que perdimos finales. Si algún día lo logro me podré morir tranquilo.

¿Cómo es la relación Familia – Fútbol?

Es un poco la realidad de todos los entrenadores, cuando uno llega mal o cuando uno llega después de un buen Domingo. Tengo la surte de tenerlo a Agustín, mi hijo, que es masajista  y lo tengo dentro del cuerpo técnico lo que para mí es una satisfacción. Las «chicas» de la familia que apoyan. Mi señora sufre mucho y por ahí no va y escucha la radio. Si nos están abollando los caños apaga la radio, pero va seguido. Lucía que el 19 de Junio cumple 15 años, va siempre de local. Son el sostén de todo esto, sin el apoyo de la familia sería muy difícil. Ahora uno no llega tan en malas condiciones como antes pero ellos siempre están.

¿Por qué fuiste de ayudante de Daniele a San Martín cuando dejaste de ser entrenador de Trebolense?

Cuando me voy de Trebolense la gente de San Martín se pone en contacto conmigo para ofrecerme la dirección técnica del club pero me dijeron que estaban en charlas con el «Mono» Daniele. Me ofrecen compartir el proyecto con el «Mono» de quién yo ya era amigo. Ya lo habían consultado a Daniele y le había dicho que le encantaba la idea y a mí también. Fueron 4 años y medio maravillosos. Tuve que agarrar el cronómetro para volver a preparar físicamente a un plantel. La verdad que fue hermoso lo de San Martín porque conocí un montón de gente extraordinaria y mas allá de los resultados, fue muy bueno desde lo personal.

¿Qué dejaste cada vez que te fuiste de un club?

Los dirigentes, los hinchas y los jugadores quieren que cuando un entrenador se va deje algún campeonato y eso es lógico. Pero un entrenador puede dejar muchas cosas mas importantes una forma de trabajar, una idea y fundamentalmente una identidad dentro de ese club que la puede adoptar el club y seguir desarrollando. Un entrenador puede convencer a un dirigente de las necesidades a cumplir como por ejemplo canchas auxiliares, si las tenés que sean de buenas condiciones, convencerlo de que cada jugador tenga una pelota para entrenar, cosas que son importantes para el desarrollo de un futbolista. Lo mas importante que puede dejar un entrenador es fomentar valores como el trabajo, honestidad, compañerismo, solidaridad, respeto, amor por el club… Tantas cosas que tienen que ver con lo humano y a la formación del deportista. La labor del entrenador es muy importante porque puede ir mucho mas allá del fútbol y puede realmente marcar la vida de muchos chicos en su futuro.

Miguel Bergero, un tipo sensato. De los que hacen bien al fútbol y a los futbolistas.