Los que tienen mas de 50, 55 años saben claramente de quién hablamos. Un jugador excepcional, de esos que mas allá de camisetas o títulos, generaban ganas de ir a la cancha. El «Bamba» Lombardo empezó a jugar en el barrio, en El Trébol. Bien de jovencito fue a jugar a El Expreso pero un par de años mas tarde, allá por el 1963 se fue a Trebolense porque el verde no jugó la Liga. Campeón de tercera División y con un puñado de años, debutó en Primera jugando en el Celeste, a pesar de vivir en el barrio «Las Ranas», cerca de El Expreso.
Se fue a Piamonte, anduvo por Argentino de Las Parejas donde fue campeón en el año del cincuentenario del club, pasó a Sportivo Las Parejas, fue campeón de la Liga en el 77 con Trebolense y en el 78 con Piamonte, un año en San Martín, en el 80 jugando por El Expreso y los últimos 2 años en el Deportivo Mitre de Landeta hasta dejar de jugar con tan solo 34 años. Pero sus mejores años fueron en el Servicio Militar: «Estuve dos años en Buenos Aires, en El Palomar, y allí jugábamos un torneo con otras brigadas y fue mi mejor momento, salimos campeones», señala en una charla amena mientras «Coca» su esposa anda de acá para allá. En la mesa hay fotos de su pasado futbolero, medallas ganadas en su esplendor y una charla llena de fútbol. «Bamba» jugó al fútbol hasta los 65 años (Hoy tiene 71) en la mítica «B», los sábados en la auxiliar de Trebolense con pasos imborrables por la «Canchita del Cura» y cuanto torneo se organizó por aquellos años en cualquier cancha, cualquier potrero…
¿Desde cuando y por qué «Bamba»?
- Me lo puso el «Beto» Garassino. Yo habré tenido 7 u 8 años y nos íbamos a cazar pajaritos en grupo y yo me quedaba atrás y entonces me gritaban: «Dale, apurate bambalún», que es una mala palabra en Piamontés. Y me quedó «Bamba», el «Bamba».
¿Cómo empezaste a jugar al fútbol?
- Había campeonatos intercolegiales en la cancha del Cura, yo iba a la escuela Belgrano y jugábamos contra la Escuela Laprida y Cincuentenario. Me acuerdo que pusieron de capitán a un compañero que era el mas grandote pero cuando empezó el partido yo empecé a gambetear y fuimos ganando y la maestra me dijo que yo tenía que ser el capitán. Y salimos campeones. De ahí con mis hermanos (Hugo y Daniel) jugábamos en el barrio hasta que me llamaron de El Expreso y fui a jugar al equipo de tercera división.
Y de ahí a Trebolense…
- Claro, me llevaron el Carlitos Trullet y Sergio Depetris que habían jugado conmigo en El Expreso el año anterior. Como El Expreso no entró nos fuimos a Trebolense y salimos campeones de tercera división.
¿Cuándo debutaste en Primera?
- Yo debuté en el 63 en Trebolense, tenía 15 años. Jugué hasta el 66.
¿Cómo siguió tu carrera?
- En el 67 me fui a jugar a Piamonte y ya en el 68 me voy al Servicio Militar.
Para vos fue una gran experiencia hacer el Servicio Militar…
- Sí, la pasé bien. Estuve 2 años en la Primer Brigada Aérea de El Palomar. Jugábamos torneos inter bases ahí. También jugaba de «8». Cuando volví del Servicio en 1972, me fui a jugar a Argentina de Las Parejas.
Ahí fuiste campeón…
- Claro, fue en el año de los 50 años del club. Fue muy lindo ese campeonato porque era a cancha llena y con mucho entusiasmo de la gente. Muy festejado. Jugué 2 años en Argentino.
¿Y te fuiste a Sportivo Las Parejas?
- Sí, porque me vienen a buscar para jugar en Sportivo el año que volvía a jugar en la Liga Cañadense. Yo les dije que no porque me iba a quedar en Argentino. Yo trabajaba de Arcando (Ex mueblería de El Trébol) y me quería hacer mi casa, necesitaba del fútbol y en ese momento era un trabajo para mí. Y me preguntan cuanto ganaba, les digo y me ofrecen el doble y además me ofrecen el doble de plata para la firma. Les digo que no y cuando vienen los dirigentes de Argentino me dicen que arregle con Sportivo porque no podían darme esa plata. Entonces les pido los cheques por todos los partidos del año a Sportivo y me los trajeron así que jugué un año en Sportivo en 1976.
¿Y de ahí?
- Me vuelvo para jugar en Trebolense un año pero no terminé jugando. Lo que recuerdo es que se entrenaba físicamente de una manera que ningún club lo hacía, con Dante Fantusatti que nos hacía correr mucho. Y en el 78 me voy a Piamonte donde salimos campeones también con un gran equipo. Ya en el 79 me voy a jugar a San Martín donde no nos fue muy bien y los dos últimos jugué en Landeta. A los 34 dejé de jugar.
¿Quién te enseñó a jugar al fútbol?
- Yo siempre fui un jugador que trató a la pelota bien, técnicamente era bastante bueno y en aquellos tiempos no había tanto en la táctico como ahora. No hubo un técnico que me diera muchas indicaciones, yo jugaba de 8 y no tenía nada de marca, jugaba libre, pedía la pelota y no me daban muchas indicaciones pero en ese momento se jugaba muy distinto a ahora. A mi me motivaba jugar con mucho público, mas gente había, mejor jugaba.
¿Cómo eras como jugador?
- No era de marcar mucho, gambeteaba, asistía y tenía un buen panorama. No era de hacer tantos goles. Nunca usé una venda ni tampoco canilleras. A los botines le limaba el tapón para que el pie se apoye bien.
¿Qué es el fútbol para vos?
- Cuando jugaba en la Liga para mí era un trabajo, por suerte me pude hacer la casa gracias al fútbol. Pero después seguí jugando en la «Canchita» y hasta los 65 jugué en la «B». Para mí el fútbol es todo, una pasión y tuve la suerte de jugarlo muchos años.
¿Tu mejor partido?
- El mejor momento mío fue en el Servicio Militar. Me fue bien y tuve un nivel muy alto. Me querían de Independiente pero fui un solo día y no fui más.
¿Con qué jugador te llevaste mejor dentro de una cancha?
- Con muchos, recuerdo en Argentino con los hermanos Gorr y con Giacomini y en Piamonte con Benavente. Yo me llevaba muy bien con Diego Caritá en Piamonte y con el Gringo Allegranza que jugamos juntos en Las Parejas.
¿Una anécdota?
- Te cuento una de la «B». Los sábados si o sí se jugaba a las 5 en punto. Ese sábado yo estaba colocando un techo creo, y eran las 4 y media y digo: Hoy no voy. Miro el reloj y eran las 5 menos veinte, lo miro de nuevo y eran las menos diez y a las menos cinco no aguanté y vestido como estaba con el mameluco y alpargatas agarré la bici y me fui para el club. ¡Cuando llegué!!! Me decían de todo. Jugamos y ganamos 3 a 0 y metí los 3 goles…
Casado con «Coca», padre de Mauricio y Lucas y abuelo de Julia, hija de Mauri. Hermano de Hugo, eterno entrenador de las inferiores de Trebolense y de Daniel: «Jugábamos juntos, me retaban porque nunca les pasaba la pelota. Jugamos juntos en Rodamet que era un equipo de la canchita. El Zurdo era puntero izquierdo y yo me acercaba para pedirle la pelota y el se enojaba. Con el «Dani» jugamos menos, era medio miedoso, jajaja…».
¿Y que te dejó el fútbol?
- Mas buenas que malas, lo de la gente es increíble. El reconocimiento de la gente es hermoso, algunos todavía se acuerdan, eso me pone muy orgulloso. Y los mejores momentos los pasé con mis amigos Alberto Bonino que me retaba porque no corría, jajajaja… Gustavo Pietrani y el Flaco Parra, gente que me dio muchísimo en la vida, jugamos un montón de años juntos. Lo único que yo quería era ser buena persona.
¿Jugabas como Riquelme?
- Jaja… No es para tanto, yo jugué 20 años y no tuve lesiones, me divertía, nunca me expulsaron… La bronca fue la del 77 donde no pude terminar de jugar en Trebolense. Yo soy de Boca pero no fanático, tampoco soy hincha de un equipo de la Liga, me gusta ir a ver el fútbol. De los de hoy me gustan Casañas en Trebolense y me gustaba Acevedo cuando jugaba en El Expreso.
¿Tu viejo jugaba?
- No. Mi viejo era policía y yo no quería que me vaya a ver a la cancha. Entonces el lunes cuando custodiaban el banco los compañeros le contaban y le decían como había jugado yo. Al mediodía yo llegaba cansado de la fábrica y el me preguntaba y yo no veía la hora de comer para ir a dormir un rato y no le decía nada. Entonces el le decía a mi Mamá: No sé, no me deja ir a la cancha, no me cuenta nada… Pobre viejo…
¿Deudas pendientes?
- Ninguna. Soy muy positivo, me levanto a la mañana y ya estoy contento, me acuerdo de mi nieta y siempre estoy bien.
El «Bamba» Lombardo. Un crack Bochinesco, jugaba como Riquelme… Siempre la pelota al piso, cabeza levantada, tranquito de crack, asistencia para el goleador, pase al pie, tranquilo y con galera de los que inventan magia en el momento menos pensado: «Me dijeron que hace un tiempo nombraron a los mejores jugadores de la historia de Piamonte y me nombraron, la verdad que es un orgullo», señala casi al final de la charla.
Una leyenda de la Liga, un tremendo jugador que amaba a la pelota y por eso la trataba con estilo, con cariño. Sencillamente un jugador inolvidable…