Hernán Regis, el «Huevo». Quizás el mejor arquero de la historia de Americano, aquel que llegó desde Matorrales una tarde del año 2001 después que el Gato Bujedo lo propusiera a la dirigencia del Polanco. Y hay una anécdota imperdible: «A mi me había hablado Juan Carlos Bujedo un día que lo encontré en Córdoba, me propuso ir a Santa Fe pero le dije que no. Unos días mas tarde, entra una persona a mi negocio en Matorrales. La chica que trabajaba conmigo lo quiere atender pero le dice que no. Ante la insistencia le dice que era de la AFIP. Imaginate, me fui para atrás y empecé a acomodar algunos papeles medio desesperado. Esa persona me vio nervioso y pálido y me dijo: No soy de la AFIP, me llamo Oscar Figueroa y vengo a buscarte para que seas el arquero de Americano de Carlos Pellegrini y ahí empezó todo».
Maxi Bujedo nos ofició de contacto para recordar y charlar con un personaje único de la Liga. Flaco, alto, rubio y de pelo largo y definitivamente un arquero que marcó una era de la Liga: «Fui a probar por un año y me quedé diez, Americano es parte de mi vida».
¿Qué es de tu vida hoy?
Estoy en mi pueblo, Matorrales, en Córdoba. Tengo un negocio de repuestos y un taller mecánico, lo mismo que hacía antes de ir a Pellegrini. Vivo solo. Tengo a mi hijo en Carlos Pellegrini que tiene 13 años, juega al centro en San Martín.
¿Qué es Americano en tu vida?
Uhhh… Un sin fin de recuerdos imborrables, hermoso. En lo deportivo, en lo humano… Los primeros 4 o 5 años que fueron de tantos éxitos, campeonatos, finales… Parábamos en el club con un montón de jugadores y eso lo hace mas imborrable. Hacíamos de todo y encima nos iba bien en lo deportivo. Años inolvidables.
¿Se juntan todavía?
Si. en el verano nos juntamos, tenemos un grupo que se llama Campeones 2001 y 2004. Todos muy unido y con buena onda. Seguramente este año nos vamos a volver a juntar.
¿Momentos imborrables?
Muchos, seguramente los dos campeonatos absolutos son los que siempre mas recuerdo porque para quién juega al fútbol salir campeón es lo máximo junto a tener un hijo. Nosotros hubiéramos salido muchas veces mas campeones si la Liga era como ahora porque ganamos aperturas, clausuras… La verdad que es una etapa de mi vida hermosa. En esa época se contaba así y las estrellas son dos.
¿El mejor defensor y el delantero mas difícil?
Aquel glorioso Americano se caracterizaba por una gran defensa. Estaba Gerlero, Maxi Bujedo, Hernán Miglio y el Gringo Ramírez, y como si eso fuese poco bajaba el Juanqui Mauro. Después se sumó el Leito Savino… Si tengo que elegir a uno me quedo con el Maxi (Bujedo), un crack. Me limpiaba el área y yo me lucía, jajaja…
Delantero difícil sin dudas el Tractor Belletti de El Expreso, un animal. Era empezar perdiendo 1 a 0, después ganábamos pero era muy difícil enfrentarlo. Flematti lo mismo, me hizo muchos goles, el crack de Carlitos Rodríguez, pero el mejor de todos lo teníamos nosotros que fue lo mejor que vi: El Tanque Cristian Venezia.
¿El mejor partido que jugaste?
El puesto de arquero es ingrato, si no es por una definición por penales es difícil que te reconozcan. Yo me acuerdo un partido en Rafaela, cancha de 9 de Julio que empatamos 0 a 0 (Frente a Ferrocarril del Estado de Rafaela) y un 1 a 1 frente a El Expreso que cada vez que voy a Pellegrini me lo recuerdan. Me acuerdo un partido en Piamonte un partidazo que ganamos 3 a 2 y yo atajé un penal, después Piamonte nos terminó ganando una final. Me acuerdo de algunas definiciones de penales como una en el Chaco que atajé el último, una definición por penales frente a San Martín que para el hincha es inolvidable. Son momentos únicos para mí y para la gente.
¿Te gustaría volver a la Liga?
Claro que me gustaría en algún momento ser técnico en esa liga. Soy un enfermo del fútbol, de la táctica, las estrategia y en algún momento lo voy a hacer. ES difícil y lo sé pero nunca se sabe. No lo descarto. La Liga San Martín es distinta a todos. En el nivel de campos de juego, la pasión, la organización, el periodismo que sabe todo… Acá terminan los partidos y te enteras el Miércoles como salieron los partidos. Me gustaría mucho ir a dirigir a aquella liga.
¿Qué fue de tu vida después de Americano?
Me volví a Matorrales y no quise saber nada del fútbol. Tenía 34 años y no tenía tantas ganas. Me hablaron del club de ahí (Club Atlético Matorrales apodado «El pincha») pero no volví. Como 4 años después me hablaron porque el arquero iba a faltar un partido así que empecé a entrenar mas allá que nunca había dejado. Le pedí al arquero que me deje atajar un partido antes y jugamos en Toledo donde ganamos 4 a 0 y a la semana siguiente me tocaba el clásico y lo ganamos 2 a 1. Ese fue mi último partido. Me llaman para jugar al Senior pero no quiera saber nada, tengo la llamita de ser técnico y lo único de fútbol que hago es con mi hijo que me patea y yo me tiro y todo.
Hernán Regis, el huevo Regis. Con el acento cordobés como marca inequívoca de su origen, con la alegría que supo transmitir desde que llegó a Carlos Pellegrini y con una huella que será imposible de borrar de aquellos buenos tiempos defendiendo los tres palos del Pola.
Una vez el «Flaco» Elías me dijo una frase que claramente evalúa a un arquero: «Un arquero a lo largo del año, entre los partidos que te hizo ganar y los que fue responsable de algún gol, te tiene que dar que ganó entre 10 y 12 puntos. Ese arquero es bueno en serio. Eso es lo que le da el Huevo Regis a Americano».
Eso fue Hernán Regis, el mejor de toda la historia de Americano. ¡Huevo, huevo, huevo…!
Gilberto Bonelli