Estamos en el Mundia Rusia 2018. Mas que una alegría es cumplir un viejo sueño que acunábamos desde aquellos años donde imaginábamos ser periodistas y relatores de fútbol.
Hoy en San Petersburgo esperando por Argentina – Nigeria del Martes, con ilusión y expectativa. Ojalá sea con alegría albiceleste.
Pero antes de llegar a esta ciudad impresionante por su belleza, por sus 60 ríos, sus 342 puentes, su impresiomanes catedral llamada Del Salvador de la Sangre Derramada, el Fan Fest del Mundial que es majestuoso, sus calles, su subte de 84 metros de profundidad por donde nos mevemos a diario… San Petersburgo es la historia misma de Rusia y de Europa ya que desde aquí surgió la Revolución Rusa con Lenin a la cabeza (durante casi 70 años se llamó Leningrado) y en 1944 y luego de 900 días y un millón de muertes, el ejercito ruso venció a la Alemania Nazi.
Estuvimos en Moscú viviendo la energía del Mundial donde nos cruzamos con gente de todo el planeta, hinchadas increíbles como la de Túnez o la de México, hicomos amigos peruanos y Colombianos, nos dimos cuenta de Brasil no es mas que un hermano bueno que puede estar enojado pero que nos apoya, qie el munfo árabe y Africa nos valora y qie no hay ni un Europeo que nos quiera a excepción de Rusia, quizás por ser local. En la calle de las luces, al lado de la Plaza Roja se juntan 100.000 hinchas todas las noches hasta la madrugada (amanece a las 3) y de momento no hubo ni un solo disturbio y les aseguro que muy pocos pasan el test de alcoholemia.
Maravilloso. No tenemos palabras, no hay adjetivos. Es único… es el Mundial… Nos pareció justo compartir tanta alegría…