CHINCHU CARRANZA Y SU NUEVA VIDA EN BUENOS AIRES

Gustavo Carranza tiene un récord difícil de igualar: Campeón como jugador con Susanense en el 90 y 93 y campeón como entrenador de Trebolense en el 2012. Si eso es poco, salió campeón en la mítica Canchita de Cura, un verdadero sentimiento para la gente de El Trébol.

Hoy, el «Chinchu» está en Buenos Aires. Se fue hace unos 4 años y comenzó otra travesía en su vida y en el fútbol. Hoy, en tiempo de aislamiento y tiempos de pensar y comunicarnos, lo llamamos y charlamos de su vida y su presente:

¿Qué es de tu vida?

Vivo en Buenos Aires, en Villa Urquiza. Trabajo profesionalmente en el Club Atlético Atlanta en Divisiones Inferiores de AFA, tengo una Escuelita de Fútbol con Jorge Angel Mamberto y dirijo una categoría Promocional en el Country «Los Cardales». A Atlanta llego por un grupo gerenciador Coreano que ya estaba en mi anterior club DEportivo Español donde estuve 2 años con Pedro Catalano.

¿Cómo decidiste irte a Buenos Aires?

Lo decidí en 2015 por cuestiones personales. Vine de la mano de Jorge Angel Mamberto que es una gloria de All Boys y aquí estoy.

¿Cuáles son las grandes diferencias entre este fútbol y el de nuestra Liga?

En AFA donde ya se trabaja profesionalmente nos encontramos con chicos que quieren ser profesionales y que trabajan con más intensidad y mucha mas calidad. El resto veo cosas acá que veía allá. Los trabajos tácticos y demás. Charlando con entrenadores de allá les digo lo mismo. Mi categoría es de chicos de 18, 19 años y jugamos con reservas o primeras y la diferencia que veo es la intensidad del juego.

¿Cómo están pasando este momento?

Como todos, en familia… Vivimos en un Departamento, trabajamos con aplicaciones de Zoom, charlas sobre sistemas de juego y lo que se debe hacer. No es lo ideal pero desde los muchachos con los que me contacto hacen todos lo mismo, desde Superliga hasta las ligas.

¿Qué es lo que se extraña?

La familia que tengo allá, los amigos, los afectos… Hace tiempo que no puedo viajar por cuestiones laborales y ahora por la cuarentena. Por suerte tengo agenda completa de trabajo y eso por otra parte me complica para ir.

¿Un deseo personal?

Seguir aprendiendo de los mejores, de cruzarme con buena gente. Tuve la suerte de iniciarme en María Susana con Pablo Di Donato, después en TRebolense me crucé con Martín Boasso con toda la trayectoria que tiene y conocemos lo que es Martín, Jorge Angel Mamberto fue quién me abrió puertas en Buenos Aires porque es difícil sino tenés un pasado ligado al fútbol. Y después Pedro Catalano en Español. Toda muy buena gente que por suerte se cruzó en mi camino y desde donde aprendí muchísimo. HOy estoy en Atlanta con toda la efervescencia de la posibilidad de ascender a Superliga lo que para nosotros sería un gran salto. UN salto importante ya dimos al pasar de Español a Atlanta pero ascender nos cambiaría todo. Mi deseo es seguir aprendiendo día a día.

Mencioname los dos momentos mas lindos del fútbol…

Uno sin dudas es el haber salido campeón con Susanense en el 90 y 93 con todos pibes del pueblo. Eso como jugador. Como entrenador un momento único fue el título 2012 con Trebolense que me da la posibilidad de ser uno de los pocos en ser campeón como técnico y como jugador. Y si de momentos se trata no me voy a olvidar nunca de haber salido campeón en la Canchita del Cura que todos los que viven en El TRébol saben de que hablo. Tuve el orgullo de dirigir a un grupo espectacular con el amigo Colino en el Rincòn de Dracu.