El grito de gol que surca el aire, se traslada como si un cometa arrasara la galaxia futbolera o más simple: Como ese tiro libre eterno del Beto que inexorablemente va a engordar la red.
Fueron 220 goles, 2 títulos de Liga, goleador histórico de Trebolense y de los clásicos, garantía de gol.
Franco Ezequiel Casañas, el que vino con humildad y goles en su bolso. El que además trascendió la cancha para demostrar una madera de esas buenas y que no abundan.
Franco el domingo en cancha del Guada juega su último partido oficial de fútbol. Quizás haya algún homenaje o partido despedida que sería más que merecido.
Por tantas alegrías, por los goles, por las emociones y los festejos locos de un gom cualquiera. Aunque para Beethoveen, ningún gol es cualquiera. Es música, es amor, es éxtasis… es un gol, nada menos.
Hasta siempre señor gol…