CONIGLIARO EN TREBOLENSE
Mucha agua debajo del puente corrió una vez conocida la postura de Trebolense de realizar un nuevo proyecto que no contemplaba a Franco Casañas y otros jugadores como parte del mismo. Aquella vieja cuestión que ponía en la tapa del fútbol a los pibes no era mal vista, los chicos merecían y merecen la chance de jugar y de hacerse jugadores de Primera. Al hincha celeste le cayó mal decididamente que dejen ir fácilmente a Casañas. Todo se potenció cuando el viejo emblema Nicolás Lépore, por propia decisión, define no jugar mas en el plantel y se vaya a San Martín: «Pasaron muchas cosas, nunca pensé que iba a jugar con otra camiseta que no sea la de Trebolense»señaló el ex capitán.
De males, los resultados no fueron óptimos y mas allá de las actuaciones destacadas de algunos pibes caso Lombardo o Fértoli, al hincha le quedó la espina clavada de saber qué pasaba con los pibes mas Casañas, Lépore y Cravero por caso.
Y en medio está el técnico. Marcos Conigliaro, que hoy tiene tantos pergaminos como cuestionamientos de los hinchas, seguramente avaló esta idea de la dirigencia que tiene un futuro a largo plazo pero que no le alcanza al hincha.
¿Podrá la Comisión Directiva sostener al técnico? En el fútbol hay una ley no escrita que dice que mandan los resultados. Si es por eso, Trebolense jugó 12 y perdió 10, el peor arranque de la historia. Los dirigentes sabían que un arranque así (Justo es decir que le tocó un fixture muy complejo) podía ser una bomba a estallar en sus propias manos. Hoy la tienen.
Pero hay un proyecto, este grupo de dirigentes demostró que tiene un horizonte, te puede gustar o no, pero lo tienen. Saben también que a Conigliaro le dieron un fierro caliente apostando a su espalda llena de gloria ajena. ¿Aguantará?
Son 4 partidos, General el Miércoles, el Domingo Copa de Santa Fe con San Martín (Bueno es decir que la clasificación la logró Conigliaro), el otro Miércoles con Piamonte de visitante y luego el Sábado 13 definición de la llave de la Copa de local con San Martín. Clave.
Los dirigentes, o al menos parte, esperan una recuperación.
Pregunta 1: ¿Si se va Conigliaro, hay alguien que garantice una recuperación?
Pregunta 2: Si Conigliaro no se va y deciden prescindir de sus servicios: ¿Quién «paga» las consecuencias económicas si es que las hay?
Uno conoce a los dirigentes de Trebolense. Se pueden equivocar pero son honestos y serios. Pero el fútbol, sociológicamente inexplicable, suele devorarse todo.